Muchas veces se hace referencia a la programación como una forma de arte. Aunque no comparto totalmente esta visión, no puedo evitar reconocer un aspecto importante que se encuentra tanto en la programación como en el arte.
El arte es desinteresado, benévolo. Un artista crea su obra para ofrecer alegría a los demás. Produce placer a las personas que observan o admiran el resultado final de su obra.
Un equipo de programadores es como una sociedad aislada de artistas que hacen arte los unos para los otros. Los desarrolladores de software deben comprender que escribir código fuente no consiste en hacerlo funcionar. Esa es la parte fácil. Se trata de hacer que sea agradable trabajar con él cuando el código no es tuyo o cuando otra persona trabaja en tu código.
"Todo código debe escribirse para comunicar a la siguiente persona que tendrá que leerlo. El compilador es sólo una consideración secundaria. Hay muchas formas de escribir código que compile y se ejecute correctamente, pero la mayoría de ellas son completamente incomprensibles. No lo escribas de ninguna de esas maneras. Encuentra la forma que sea más comprensible y luego averigua cómo hacer que compile y se ejecute".
- Gerard Meszaros
En la cita anterior, Gerard Meszaros señala muy claramente otro aspecto: no escribes código para ti mismo. Escribes código para tu equipo. Debes olvidar que escribiste ese fragmento de código fuente en el momento en que lo envías al sistema de control de versiones. El código no es tuyo. El código pertenece a tu equipo. Ellos son los que tendrán que trabajar y vivir con él.
Más información sobre nuestro trabajo y artesanía Sistema operativo de almacenamiento en nuestro Informe Experiencia Ágilpublicado en Sitio web de la Alianza Ágil.