El acceso global a Internet ha cambiado nuestra sociedad, las relaciones entre los usuarios y con el entorno, pero también la forma de hacer negocios. A principios de este año, IDC preveía que en 2020 los datos alcanzarían los 44 billones de gigabytes (o 44 zettabytes). Si tenemos en cuenta que la mayor parte de estos datos podrán utilizarse para alimentar y alimentar a las empresas, podemos afirmar que serán más valiosos que el oro. Pero, ¿cómo se generan los datos y cómo se utilizan? Hemos intentado responder a estas preguntas.
Vivimos en un mundo globalizado y en una economía digital que es nueva en la historia de la humanidad. Cada vez que nos conectamos a la red generamos datos y cada transacción en línea y LOC (línea de código) se suma a la cantidad de información ya disponible.
Los usuarios crecen de forma significativa cada año y siguen contribuyendo a este aumento. Según el estudio di We Are Social, condotto insieme a Hootsuite e pubblicato a gennaio 2019, 4,39 millones de personas en 7,6 millones utilizan Internet. Di questi:
3,48 miliardi sono utenti di social media
5,11 miliardi sono utenti mobile
Todos juntos producen más de 2,5 millones y medio de bytes de datos al día. (fuente: Domo).
Vea ahora cómo se utilizan o no estos datos. De todos los productos de 2015, solo se ha analizado el 0,5% (Fuente: IDC). Pero las cosas están cambiando y las empresas empiezan a darse cuenta de su potencial. Por este motivo, esperamos que este número crezca de forma exponencial en los próximos años. Para obtener más información, consulte la página nuestra infografía.
Sin embargo, es una buena noticia. La mayor parte de los datos, si se utilizan correctamente, pueden contribuir a un notable crecimiento de las empresas que los salvaguardan, analizan y utilizan.
Existen varias formas de clasificar los datos. En función de cómo se utilicen, pueden definirse como primarios o secundarios. Los primeros son los que están en uso, los segundos equivalen a la información relativa a copias de seguridad, archivos y los utilizados para pruebas y desarrollo, etc. La mayor parte se refiere a las actividades e interacciones entre los usuarios, pero muchos también proceden de empresas de distintos sectores, como por ejemplo:
Pero eso es todo. En la llamada "economía inteligente" en la que nos encontramos, los que normalmente llamamos "datos secundarios" pueden utilizarse para potenciar las estructuras y empresas del siglo XXI:
Industria 4.0
AI / Aprendizaje automático
Auto a guida autonoma
Agricultura moderna
Fabricaciones inteligentes
Asistencia sanitaria
En el pasado, invertir en materias primas caras como el oro o el petróleo era la opción ideal, pero no son las mejores para la economía digital. Las empresas modernas, por su parte, se alimentan de datos, que pueden memorizarse, probarse y analizarse para desarrollar productos y soluciones innovadores.
Quien detecta los datos tiene la capacidad de innovar. Invertir en datos tiene varias ventajas:
La tecnología está en continua evolución y a un ritmo cada vez más rápido. El aprendizaje automático y la inteligencia artificial ya son una realidad y todo lo que nos rodea se está convirtiendo en "inteligente": casos, ciudades y empresas. Esta transición hacia un mundo "inteligente" se alimenta de datos y para crear una empresa inteligente hay que basarse en ellos. Además, es fundamental salvaguardarlos y protegerlos porque ahora podrían no ser necesarios, pero en el futuro lo serán.
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