Hiperconvergencia: ¿qué es?
Las soluciones de hiperconvergencia reducen la complejidad de la infraestructura, al estar en gran parte contenida en una sola máquina, y de su gestión.
La hiperconvergencia hace referencia a una infraestructura informática que incluye almacenamiento, capacidad de cálculo y estructura de red en un único dispositivo. Las soluciones de hiperconvergencia reducen enormemente la complejidad de la infraestructura, al estar contenida en gran medida en una sola máquina, y de su gestión, al tiempo que son muy eficientes y escalables. Esto es posible porque cada elemento de un sistema hiperconvergente está "definido por software", es decir, es totalmente configurable por software:
para la parte de tratamiento de datos, un hipervisor permite crear las máquinas virtuales necesarias
el almacenamiento se asigna y comparte a través de un sistema de gestión que permite una configuración muy granular, creando discos que se ven como entidades individuales, aunque en realidad son partes del almacenamiento global del sistema
la red se configura por software, lo que libera al responsable informático de gestionar muchos dispositivos físicos y facilita la reorganización de las conexiones.
Cómo funcionan los sistemas hiperconvergentes
Los sistemas de hiperconvergencia deben configurarse como "bloques monolíticos" listos para usar. Su mantenimiento es reducido en comparación con una arquitectura tradicional, especialmente cuando se trata de actualizaciones y reconfiguraciones. Para actualizar un almacenamiento tradicional, por ejemplo, se añaden dispositivos que hay que configurar y preparar, mientras que para aumentar la capacidad de un sistema hiperconvergente basta con insertar el nuevo disco y redefinir el tamaño de los discos que ya estaban en uso, sin ninguna interrupción de las operaciones. Del mismo modo, las conexiones de red y las máquinas virtuales pueden reconfigurarse para aumentar su capacidad o simplemente adaptar la infraestructura a nuevos flujos de trabajo.
Hiperconvergencia: dónde se utiliza
La hiperconvergencia encuentra su uso clásico en los centros de datos corporativos, pero mientras que hasta hace poco estaba reservada a las grandes y muy grandes empresas, ahora también se está implantando con éxito en las pequeñas y medianas empresas, gracias a configuraciones que garantizan un precio asequible y la capacidad de simplificar tanto la gestión ordinaria de la infraestructura como los planes de recuperación en caso de incidente grave. De hecho, por su propia naturaleza, las infraestructuras hiperconvergentes facilitan la recuperación de datos perdidos o cifrados, en muchos casos sin tener que esperar a que intervengan técnicos especializados y con plazos previsibles.